viernes, 19 de septiembre de 2008

Mi lejana

Mi lejana.

Este pasado ya me tiene apuntalado en un charco; ya no devuelve mi rostro.
Salgo al ruedo. El filoso ambiente me hace comprender y usar rápidamente códigos nuevos.
Parezco un chino comiendo arroz y tomando té en una dieta invariable. La noche de la ciudad me envuelve con su encanto. Silencios. Luces fugaces. Cosas que pasan por ahí. Los ciruelos de jardín explotando sus flores rosadas contra las luces de mercurio. Es primavera.
Ahora uso Christian Lacroix y empilcho caro. Me reúno con los que cortan la torta; de vez en cuando fumo habanos y tomo champagne.
Hay un drenaje nuevo por donde se pierde lo tierno, lo bello, lo puro.
Cuando mi cabeza caiga hacia delante, levántate despacio, cúbreme las piernas cansadas de buscarme y corre las cortinas como un gesto nocturno.
No, es sólo un sueño.
Simplemente quiero ser feliz, estrujar la cara de mi hijo entre mis manos y que chorree su sonrisa.



Andrea Acheritobehere

No hay comentarios: